Cada vez es más patente en los noticiarios de “prestigio” ver cómo su equipo de producción, editorial, etc, se esfuerzan cada vez menos en salir a la calle y “perseguir” la noticia. En mi opinión, es una falta de respeto para el espectador que les da el favor de su atención.
De niño, cuando no existía internet y todo era análogo, la única manera de hacer periodismo en serio, de calidad, más allá de la línea editorial de cada empresa, era salir a la calle, hacer entrevistas directo de la fuente, hacer las tomas para la cámara de vídeo, tomar las fotografías correctas y necesarias para acompañar a tu crónica, etc. Era hacer EL trabajo, maldita sea. Ese era periodismo de calidad, del bueno, del chingón.
Ahora, con la democratización de internet y el acceso a cualquier cantidad de información de manera inmediata, TODOS nos creemos investigadores / periodistas / analistas de fin de semana / de sillón.
Wey, no mamen. Eso NO es hacer periodismo. Eso es solo tener un alcance más amplio de tu particular punto de vista. Y aquí es cuando ambas partes -la profesional y la aficionada- pecan de webones.
Los “profesionales” no tienen que hacer otra cosa más que preguntarle a Google de aquella cosa que quieren publicar en sus diferentes espacios informativos. Gran parte del material audio visual que presentan es sacado de dos lados: redes sociales, como Facebook y X (antes Twitter) y de las plataformas de video YouTube o Tik Tok. Los webones ni siquiera lo editorializan, lo muestran sin ningún tipo de “enriquecimiento” de su parte. No aportan nada nuevo. Básicamente es un trabajo copy / paste (copiar y pegar).
Los aficionados, son eso: aficionados. No están sujetos -aunque deberían de estarlo- a la ética profesional que se supone respetan los profesionales. Como aficionado, obtienes tu información de donde puedas / quieras / sepas. No se toman la molestia de discernir / contrastar el material con el que se han hecho -salvo excepciones-. Más que reportajes o crónicas, son verdaderos puntos de vista u opiniones personales. Y eso tampoco tiene nada de malo, ya que los puntos de vista son como los culos: todo el mundo tiene uno.
Y si a eso se le suma la facilidad en la obtención de un medio de difusión, ya sea en video (YouTube, TikTok, etc.) o escrito (redes sociales, blog, etc.), los ingredientes para las “fake news” se pueden juntar de manera muy fácil.
Y eso que no me he metido ni he tocado el tema de la generación de contenido gracias a la inteligencia artificial, que ese tema da perfecto para otra publicación.
Pero más allá de todo lo anterior, los aficionados son los que más se emperran a la hora de defender sus “trabajos”, como si lo que ellos pregonan a los cuatro vientos fuera LA verdad absoluta. Ese fanatismo recalcitrante es el que me caga los güevos.
Por supuesto, lo que escribo aquí no es verdad absoluta, ni está escrito en piedra. Solo es mi punto de vista y no pretendo ni es mi propósito hacer cambiar de punto de vista a nadie. Si en una de esas, si lo que escribo te gusta y te hace sentido, chido. De lo contrario, también chido. No tengo problemas con ninguna de las dos opciones anteriores.
